Catherine Cornaro : The last queen of Cyprus

La historia de Catalina Cornaro está íntimamente ligada a los deseos de su padre: el ambicioso patricio veneciano Marco Cornaro, quien entregó el beneficio de su fortuna al rey Juan II de Chipre, y más tarde a su hijo Jaime II.

Por supuesto, estos préstamos no se hicieron sin motivos ocultos. El rey Jaime II de Chipre pronto comprendió que se estaba volviendo complicado devolverle el dinero. Fue entonces cuando Marco Cornaro le ofreció a su hija de catorce años, Caterina.

Siendo aún menor de edad, la República de Venecia adoptó formalmente a Catalina, convirtiéndola en pupila de la República. El propósito de la maniobra era obviamente hacer de la República el heredero designado, a través de Catalina. En otras palabras, si Catalina hubiera heredado Chipre y luego hubiera muerto, Chipre habría pertenecido a Venecia.

En Chipre, la hermosa joven veneciana encontró rápidamente su camino, dentro de la importante comunidad veneciana que obviamente incluía a miembros de su familia. A los chipriotas les gustaba y en general estaban felices. La única insatisfacción era su marido, doce años mayor que ella, a quien apenas veía. De repente, en junio de 1473, solo 10 meses después de conocerse, el rey Jaime II muere repentinamente.

Catalina Cornaro pronto se convirtió en una mujer de carácter, siendo reina durante 16 años y manteniendo sola el reino hasta que la República de Venecia la obligó a entregar la isla. Luego, Chipre fue vendida a la República de Venecia, exactamente como su padre y el estado habían planeado... Regresó a la Serenissima, recreando su propia corte en el encantador Asolo.

¿Un día encantador, descubriendo la corte de la Reina de Chipre y su mágico entorno?

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