Villa Emo

Hice desplegar las alas para ofrecer la máxima apertura, la más amplia imagen a la vista, de lo que se transformó de casa en palacio con el menor esfuerzo. Las torres palomeras de los extremos concluyen la barchesse, que en realidad no llega al cuerpo principal central, dejándolo así libre de establos y bodegas, elevado sobre un alto podio precedido por una escalera triunfal.

Leonardo Emo. Leonardo como su abuelo, que le había dejado la finca en la que había introducido, por primera vez en las tierras de la Serenísima, el cultivo del maíz. En ese preciso momento Antonio Pigafetta, mi ilustre y valiente ciudadano, se convirtió en el ayudante del Comandante Magellano en la Trinidad, que habían partido juntos durante un año para dar la primera vuelta al mundo.

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