top of page
Buscar

Ese Humanista de Vicenza


Entre las enredadas redes de la antigua nobleza veneciana, se destaca la ciudad de Vicenza, la que lleva el escudo de armas solemne de la familia Trissino.


Las crónicas relatan los honores ya desde el año 1000, pero es en el Renacimiento que gracias a algunas personalidades destacadas en el campo de la política y la ciencia, la familia Trissino adquiere una importancia particular.


Gran parte de este prestigio se debe a la figura de Gian Giorgio Trissino, designado por el emperador Maximiliano de Habsburgo con el predicado del Toisón de Oro, hombre de letras extremadamente culto y productivo y apasionado erudito griego. Convencido Dantista, cuestionó profundamente la gramática italiana, llegando a componer obras cuanto menos innovadoras para la época, analizando implicaciones lingüísticas que pocos se atrevieron a discutir: conocida fue su reforma del alfabeto con la introducción de nuevas letras, que de hecho, vino del griego. De hecho, era evidente su gran pasión por la cultura clásica, que inculcó apasionadamente a su protegido, el jovencísimo Andrea Palladio.


Trissino quería cultivar, sobre todo, su inclinación humanista, un movimiento que no estaba previsto en ese momento: el arquitecto era un técnico que se cuestionaba por su capacidad para realizar los deseos del cliente, pero que ponía poco de su moral y filosofía. en las obras. Será el propio Gian Giorgio Trissino quien atribuirá al joven Andrea di Pietro della Gondola el apelativo de Palladio y quien alimentará con constancia su pasión por las enseñanzas clásicas, por el gusto, por los dogmas de un tiempo ya perdido del que Palladio extrajo todo la belleza posible y la introdujo en sus proyectos.



4 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page