Allá por 1588, una joven de recién cumplidos dieciséis años, de nombre Dorina, se encontró en la calle con una hermosa muchacha, completamente vestida de blanco, que pasó junto a ella sin decir palabra; Dorina se quedó paralizada mientras contemplaba su belleza. Este hecho tan extraño volvió a ocurrir dos veces más, mientras regresaba a casa. La cuarta vez sucedió algo diferente: la mujer de blanco le habló.
"Dime, pequeña Dorina, ¿no te gustaría volverte hermosa como yo?".
Dorina se sorprendió, ya que la mujer sabía su nombre.
En esos días se estaban llevando a cabo largos juicios por brujería en la ciudad de Venecia y lo primero que saltó a la mente de Dorina fue que la mujer podría ser una bruja. Finalmente se presentó con el nombre de Laura y le reveló a la joven de dieciséis años su secreto para obtener tal belleza. Dorina, por la noche, tendría que encerrarse en su habitación, cubrir todos los muebles con sábanas blancas y rociar su cuerpo desnudo con el líquido de una ampolla que le proporcionó. Y así lo habría hecho la joven...
En las tradiciones y leyendas de la Venecia del siglo XVI, los "fade", es decir, las hadas, vestidas de blanco, que aparecían durante las noches mágicas, eran los espíritus de las mujeres que morían al dar a luz. Se mezclaron con los vivos en forma de dulces y hermosas doncellas, pero su verdadera naturaleza fue traicionada por horribles pies torcidos o cabras. Estos eran seres traicioneros y peligrosos, capaces, sin embargo, de dar riqueza y belleza. Supersticiones, ilusiones, mitos que se han ido plasmando en el papel a lo largo del tiempo. Tinta negra sobre sábanas blancas, terreno fértil para el cultivo de estas leyendas.
Venecia, como muchas otras ciudades de la región del Véneto, está llena de historias similares. Historias a la espera de ser desenmascaradas... ¿A qué estamos esperando entonces? Descubramos juntos las historias de la famosa ciudad de la laguna. La que se define como una de las ciudades más bellas del mundo tiene mucho que ofrecer.